Otro de los medios que nos ofrece Internet para comunicarnos es la mensajería instantánea. Este procedimiento es menos formal que el email y permite la comunicación de dos o más personas en tiempo real.
Los primeros sistemas de mensajería se diseñaron para el ordenador. Para utilizarlos, se necesitaba tener instalada una aplicación de mensajería y la comunicación era, principalmente, escrita. Con el paso del tiempo, muchas de estas aplicaciones también permitían intercambiar imágenes, sonidos y vídeos; comunicarse mediante la voz, o utilizar una cámara web.
La llegada de los smartphones incorporó la posibilidad de instalar aplicaciones en ellos que cumplieran las mismas funciones, permitiendo una conectividad global, con independencia del modelo de teléfono que estemos utilizando. Este ha sido el caso de Line, WhatsApp, Telegram o Snapchat, por poner algunos ejemplos.
Incluso algunas de las aplicaciones que fueron diseñadas para el ordenador han dado el salto posteriormente a la telefonía móvil y las tabletas, como son los casos de Skype y Hangouts, que permiten no solo el envío de mensajes, sino la comunicación mediante videollamadas entre diversas personas.